La duda concerniente a la existencia de la Ciencia de los Milagros, tiene como primera condicionante su verdadera naturaleza. Se les concibe como hechos aislados de los cuales no hay demostración científica, para las leyes científicas lo que no se puede demostrar carece de veracidad.
¡Hay que necesariamente tomarse la labor de quitar la corteza amarga para descubrir la semilla de almendra! esta analogía nos invita a tomarnos pues, como punto de partida y lo reflejan muchos textos de la antigüedad, que estamos conectados a un poderoso campo energético omnipresente, omnipotente e inteligente que responde a la vibración humana, otros autores lo denominan fuerza de la creación, la matriz divina y ente otros nombres en muchas religiones es llamado Dios.
Existe un principio inteligente fuera de la materia y es definitivamente incompatible con la negación. Profesar un pensamiento inerte es admitir la inutilidad del infinito, bien es sabido que muchos paradigmas en la actualidad han sido despojados de su envoltura lógica o se han convertido en complemento de otras teorías, porque “su verdad” quedo en debacle.
Por ejemplo, se sabe que la tierra no es el centro de los mundos y que nuestra propia estrella “El Sol” no es más que uno de los millones de estrellas que brillan en el torbellino planetario, el universo y la vida misma están llenos de misterios que escapan muchas veces al razonamiento lógico.
La ciencia con su lenguaje materialista proclama, a todas sus anchas, “la duda ante todo” es la negación absoluta, razonada a su manera, de allí el enfrentamiento épico entre la ciencia y la fe; para la ciencia todo lo que no se puede probar y demostrar carece de interés para ésta: sin embargo, testimonios irrecusables demuestran que existe una inclinación en el ser humano (aún en el más incrédulo) en buscar ayuda en lo sobrenatural.
Lo invisible lo que escapa a nuestro entendimiento; para el mundo de los milagros cementada en la fe, los individuos son cuerpo y alma, todo humano tiene por derecho divino ser parte de ellos porque su fe se nutre de una energía ilimitada de amor, omnipresente, pura, infinita y omnipotente.
La Ciencia de los Milagros, el secreto de la fuerza Que te hará triunfar
No es menester en este espacio interactivo el de emitir algún juicio y enfrentar las posturas del materialismo científico y el espiritualismo, (cada lector se aprehende del consumible con que se identifique) más bien se persigue enfocar la explicación de los milagros desde la óptica de la ciencia, en tal sentido que ambos puedan armoniosamente converger más en la razón del respeto que en la diatriba infructuosa.
Un espacio interactivo donde los argumentos de la verdad sean válidos para ambas posturas, y se deroguen las etiquetas de quimeras a todo lo que escapa de nuestros sentidos. Para entender un poco más del tema definiremos Ciencia y Milagros:
Ciencia: “conocimiento verdadero adquirido por los hombres acerca de la realidad que nos rodea, basada en métodos, procederes científicamente comprobados en la práctica”.
Milagro: “suceso extraordinario y maravillo que no puede explicarse por las leyes regulares de la naturaleza y se le atribuyen a la intervención divina de Dios o un ser sobrenatural”
En la actualidad la rigidez inquebrantable con que se manejan los temas científicos ha sido dosificada por nuevas teorías vanguardista protagonizada por disciplinas emergentes que aunque poseen esencia científica, necesariamente han tenido aceptar y darle explicación a hechos sobrenaturales que se escapan de las barreras del cerco científico de la razón; Cuanto más lejos está para la ciencia los límites de lo desconocido más juicios y teorías expone para darle entendimiento concreto.
La ciencia parte de la premisa “Ver para Creer” y la fe en los milagros en “Creer para Ver”. Para la ciencia Dios no existe, este ha sido creado por el pensamiento del hombre y por la necesidad de seguir un ser divino que jamás ha podido ser mostrado en este plano físico su existencia probatoria
Es aquí cuando catedráticos de la metodología científica, intelectuales conservadores y de ideología atea, aceptan que debe existir otro camino de ver las fuerzas invisibles que rigen al mundo, como es el caso de la psicología holística donde asumen posturas más bidireccionales (flexibles) y más sensibles en cuanto a entendimiento.
Por ejemplo admiten la evidencia de fenómenos que revelan la existencia de hechos sobrenaturales, más sin embargo se le atribuye a ciendia de los milagros al poder de la mente y la vibración de los cuerpos, es decir ya no se ve al hombre como una maquina organizada que actúa sobre la materia sino que en él intervienen procesos mentales que se escapan de la razón y la ciencia.
La mente es tan fuerte que emana sustancias químicas tan poderosas que permite que el milagro se cristalice, así como también hay psicólogos holísticos que profesan la idea de la existencia de energías de seres no corpóreos capaces de concertarse con los seres humanos.
Lo que están admitiendo bajo un tapiz científico es que definitivamente si existe un fuero interno avasallante en cada ser humano, condicionado por el mundo de las ideas, pensamientos, mundo interno del individuo, que se devela a través del ser consiente y al combinarse y conectarse con esa maravillosa fuente de energía o poder que escapa del raciocinio de nuestros sentidos, se convierte en el arte de la fe en los milagros.
Para la Ciencia, el Progreso del Milagro Está en la Fe
Para el pensamiento de la Ciencia todo milagro está sujeto al estadio religioso, reducido simplemente a la creencia de un pensamiento mágico, cuando no reina en el ser humano la fe en las creencias de ese Ser Superior invisible, pues, es incontestable la persecución de un milagro.
Indudablemente hay muchas personas que han vivificados milagros maravillosos y jamás habían sentido fe porque son escépticos de toda creencia, por tal motivo el anterior enunciado carece de lógica, un milagro es un hecho que no se puede someter al alcance del método científico, decir que la ciencia no admite los milagros, por analogía es lo mismo que admitir que la ciencia ofuscada en buscar la verdad demuestra que no existen hechos inexplicables.
No se pide que juzgues sino que cobre sentido para ti el hecho irrenunciable de que existen fenómenos que no tienen explicación lógica aún en la actualidad con todos los avances científicos en la palestra, muchos creyentes se lo atribuyen a una fuerza inteligente no corpórea fuera del mundo material capaz de conectarnos con lo invisible y con su poder.
El tema de los milagros conceptualizados desde la matriz científica es infinito, si en cambio desaparecieran las diatribas envenenadas entre ambos razonamientos y cesara el divorcio comunicacional entre ambas corrientes del conocimiento.
Se partiría de la premisa de aceptar la existencia de lo desconocido, de la presencia de una energía invisible sempiterna poderosamente inexplicable capaz de transformar y obrar en nuestras vidas y en todo lo que converge en el mundo material e inmaterial.
Formamos y somos parte indisoluble de esa presencia de amor sublime que mora en cada uno de nosotros, cada quien desde su percepción, convicción y volición tiene la misión de buscarla y conectarse con aquello que rige nuestra existencia y nos da el poder de crear milagros en nuestras vidas.
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