Los hechizos de invocador o de invocación es un tipo de hechizo que permite al lanzador llamar mágicamente a otro ser u objeto a su paradero o el lugar donde te encuentres en ese preciso momento.
Los hechizos de invocación no son nada nuevos, tienen toda una historia que se remonta a cientos años atrás ya que son originarios de las antiguas civilizaciones, que solían practicar esta clase de hechizos con bastante frecuencia.
Anteriormente, estos hechizos eran considerados como una especie de rituales y por lo general se utilizaban para la invocación de deidades en circunstancias donde se requieren a sus dioses nativos. Pero esto ha ido cambiando con el transcurrir del tiempo debido al incremento significativo de la práctica de la religión católica, que no está de acuerdo con llevar a cabo hechizos de invocador como se hacía en el pasado.
Ahora la religión católica se ha encargado de modificar los hechizos para invocar, basándose en los ámbitos sociales y religiosos, que en la actualidad son de suma importancia.
En el contexto actual, la religión católica permite que se realicen hechizos de invocación en sitios privados (casas), en lugares públicos y entornos religiosos como las iglesias y lugares sagrados. Asimismo, también es posible que se hagan hechizos de invocador en eventos sociales donde asistan muchas personas y contribuyan a la expansión de la cultura.
Los hechizos de invocador en México
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En México, específicamente en el noroccidente del estado de Chiapas y las zonas cercanas de los estados de Tabasco y Oaxaca; se encuentra la población de los zoques y se puede evidenciar que se halla separada debido a la religión. Esta separación está basada en los católicos, adventistas y costumbreros.
Sin embargo, más allá de los intentos de la religión católica de convertir al resto en su religión, sobre todo a la población indígena, siguen conservando sus antiguas creencias ancestrales en donde están presentes los hechizos de invocación que pueden hacerlos en celebraciones de santos patrones, en eventos culturales o en solitario. Estas personas que tienen esas prácticas son llamadas costumbreros.
La mayoría de los costumbreros son personas mayores, que desde tiempos remotos son seleccionados por la iglesia católica. Entonces vendría siendo una combinación entre zoque y el cristianismo.
Entonces, sus hechizos de invocación consisten en que invocan a sus deidades ancestrales y pueden llegar a integrar el uso de santos católicos para ese fin, pero las oraciones y frases son en idioma zoque. Se caracterizan porque sus rituales se complementan con sonidos de tambor y flauta, bailes y se consume alcohol. En ocasiones, es posible que se requieran sacrificios de aves para que el hechizo de invocador tenga éxito.
Esta clase de ritual se puede llevar a cabo en lugares católicos, pero no es algo que sea obligatorio, de hecho, los zoques prefieren hacerlos en sitios como las montañas, las cuevas o lugares que sean considerados como sagrados, esto debido a la energía que allí se encuentra.
Así que los costumbreros aún conservan sus antiguas creencias características de su población, pero a su vez han adoptado costumbres católicas, por lo que hay una variedad cultural en este grupo.
Cabe destacar que el resto de las personas suele opinar negativamente acerca de los zoques. Los católicos tienden a considerarlos como personas que son atrasadas, que se quedaron en el pasado con sus costumbres y creencias. Por fuera de la religión católica igualmente se hallan opiniones negativas, como, por ejemplo, que los costumbreros son idólatras y beben demasiado alcohol.
Esta cultura indígena es bastante fuerte y por ende los zoques hacen todo lo que esté a su alcance para que sus creencias no queden en el olvido, sino que se continúen practicando de generación en generación, para que las deidades puedan estar en el día a día acompañándolos.
Por otra parte, los ancianos costumbreros, en muchas ocasiones, tienen conocimientos sobre la magia y la medicina. Y es en ellos en donde se han depositado las costumbres indígenas para que sean propagadas hacia futuras generaciones.
Las deidades de los hechizos de invocador en México
En México, los zoques son animistas, creen en una diversidad de dioses, los cuales tienden a ser seres jóvenes, tanto hombres como mujeres. Sin embargo, su poder puede variar, y las deidades mujeres usualmente suelen ser más podesoras que los hombres. Estas deidades tienen la capacidad de castigar o premiar a sus creyentes.
Las deidades de los zoques viven en el inframundo y puedes escoger por su propia cuenta si quieren presentarse en el mundo de los vivos. Los inframundos se clasifican en un total de tres, los cuales existen al mismo tiempo que el mundo terrenal de los vivos. Cabe mencionar que en estos inframundos no transcurre el tiempo ya que básicamente el tiempo no existe, por consiguiente, las deidades son inmortales, siempre se mantienen jóvenes.
Uno de los inframundos es conocido como el ‘umbral de la noche’, en este lugar conviven esas personas que fallecieron por fenómenos de la naturaleza o por participar en guerras. Allí el ambiente es bastante alegre y suelen hacer muchas fiestas. Es mundo bastante tranquilo, donde las personas no se enferman y no tienen preocupaciones.
También está el inframundo conocido como ‘la media noche’, allí van todas esas personas que se suicidan. Es un lugar bastante sombrío, quienes se hallan aquí no se sienten a gusto y están en la constante búsqueda poder huir a otro lugar. Pero, por más que lo intenten, no hay salida.
Por último, está el inframundo denominado ‘laberinto’, es un sitio donde pueden ir todas esas personas que han muerto naturalmente, desde los bebés hasta los ancianos. En este inframundo, cada individuo será juzgado por un tribunal compuesto por ancianos, en donde algunos opinarán en contra y otros a favor, y solo uno de los integrantes será neutro y tendrá la decisión final para determinar si la persona será beneficiada o no.
Hechizos de invocación de las deidades ancestrales
Entonces, las deidades ancestrales se invocan a través de hechizos en ceremonias, que pueden ser realizadas por motivos religiosos, y llevarse a cabo pública o privadamente. Actualmente no son muy usuales esta clase de hechizos, sobre todo de modo privado, ya que su mayor popularidad se remonta a la época de la colonia, cuando se creía, por ejemplo, que invocando a una deidad las siembras tendrían un mejor rendimiento.
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